Esta técnica es recomendada cuando el factor de esterilidad es causado por problemas derivados de la escasa cantidad y/o baja calidad de los óvulos de la paciente. Esto puede ser provocado por diferentes motivos:
En España, la Ley dicta que la donación es anónima, altruista y voluntaria.
Las donantes son mujeres sanas, de entre 18 y 35 años de edad, que quieren ayudar a otras mujeres a ser madres. Todas las candidatas deben tener un buen estado de salud psicofísica y plena capacidad de obrar.
Se realizan diferentes estudios para demostrar que no padecen enfermedades genéticas, hereditarias o infecciosas que pudieran ser transmisibles a la descendencia. Tal y como recomienda la Sociedad Española de Fertilidad, uno de ellos es el Cribado Genético Básico que determina si la donante es portadora de variantes patogénicas como: Fibrosis Quística (CFTR), Atrofia Muscular Espinal (AME), Sordera Neurosensorial No Sindrómica (GJB2), Hemoglobinopatías con mayor prevalencia y XFrágil.
Además, también se puede realizar el Cribado Genético Ampliado (Test de Portadores) con el objetivo de determinar un mayor número de variantes patogénicas, para evitar que estas sean compartidas con la pareja de la paciente receptora (matching). En el Cribado Genético Ampliado también se incluye el estudio de todas las variantes incluidas en el Básico.
Los óvulos que se obtienen de la donante son inseminados con el semen de la pareja de la paciente receptora para obtener los embriones, que serán transferidos al útero de la receptora.
Previamente a esta transferencia, la paciente recibe un tratamiento hormonal suave para preparar el útero y facilitar la implantación.